La fibrosis cística es una enfermedad metabólica, hereditaria y letal. Está causada por la presencia de mutaciones en los genes responsables de la transportación de sal y agua en las células.
Esta enfermedad no deseada produce secreciones espesas en lugar de secreciones poco densas. No existe cura conocida, pero hay intentos para ralentizar la progresión de la enfermedad. Los síntomas dependen del órgano que esté siendo afectado.
Padecimientos relacionados con la fibrosis cística
El daño en los pulmones es resultado de la mucosa densa que bloquea las vías respiratorias, provocando dificultades en la respiración, tos crónica, fácil crecimiento bacteriano y neumonía. En etapas posteriores, los cambios en la composición del tejido provocan asma, la expulsión de sangre al toser, presión alta, complicaciones cardiorrespiratorias y posteriormente la muerte.
El tracto gastrointestinal también presenta secreciones más espesas, en especial desde el páncreas, la parte del cuerpo a cargo de producir los jugos digestivos que ayudan a descomponer la comida. Estas secreciones espesas taponan los conductos pancreáticos, bloqueando las enzimas digestivas dentro de los intestinos y dificultando la absorción de nutrientes (malabsorción).
Por lo tanto, los pacientes a menudo sufren de osteoporosis, diarrea o crecimiento deficiente. Además, la acumulación de fluidos excretores dentro del páncreas provoca dolor de estómago recurrente, hinchazón, diabetes y consecuencias peligrosas para la vida. Por otro lado, en el hígado también hay secreciones solidificadas, las cuáles congestionan los conductos biliares, provocando cirrosis y posteriormente pueden provocar la muerte.
En recién nacidos, el primer movimiento intestinal puede ser peligrosos debido a la presencia de meconio, un material viscoso compuesto de células, fluido amniótico, bilis, agua y mucosa. Esto puede resultar en una obstrucción intestinal que podría requerir intervención quirúrgica.
La fibrosis cística y los problemas de fertilidad
Además, la fibrosis cística puede causar problemas de infertilidad tanto en mujeres como en hombres. En las mujeres, la mucosa en el útero y en las trompas de Falopio es más viscosa, la que dificulta la fecundación por esperma. Por otra parte, la malnutrición interrumpe la ovulación y la menstruación.
En los hombres, los espermatozoides no entran en la eyaculación. La razón principal es la ausencia congénita de los conductos deferente (los conductos eyaculatorios del pene que se conectan con los testículos), pero también por otros mecanismos, implicando una forma anormal, mala motilidad o no esperma. Alrededor del 98% de los pacientes varones con fibrosis cística s son infértiles.
No hay cura conocida para la fibrosis cística
La fibrosis cística no tiene cura. Sin embargo, sí que se están produciendo intentos para aliviar los síntomas de los afectados y ralentizar la progresión de la enfermedad.
El promedio de esperanza de vida ha alcanzado los 37.5 años, aunque muchos pacientes viven mucho más hoy en día. Frecuentemente, la mejora en el acceso a los cuidados de salud y las nuevas medicaciones han provocado una mejoría en el pronóstico. En 1962, la edad media de supervivencia era tan sólo de 10 años. Ahora es muy probable que los niños afectados nacidos después del 2000 podrán superar los 50 años.
¿Qué dicen los estudios acerca del cannabis médico y la fibrosis cística?
Un estudio realizado por Ariel University Center of Samaria en Israel concluyó que un desequilibrio en los ácidos grasos se asocia con la fibrosis cística. En este sentido, y ya que los endocannabinoides son derivados de ácidos grasos, el sistema endocannabinoide también se altera. Aparentemente, este fallo en el organismo es el factor determinante que produce infertilidad.
Además, una estimulación baja de los receptores cannabinoides con el tetrahidrocannabinol (THC) en la infancia y la adolescencia parece normalizar el sistema endocannabinoide y previene la infertilidad en ratones machos adultos.
La investigación presenta conclusiones positivas y prometedoras en animales, pero no en humanos. En particular, el concepto relacionado a los productos farmacéuticos y los agentes medioambientales puede ser un mal predictor de las reacciones humanas. Por lo tanto, se necesitan más ensayos clínicos para confirmar si dicha terapia producirá beneficios similares, si no los mismos, en personas.
Finalmente, otros cannabinoides deberían de ser investigados para tratar la fibrosis cística. Por ejemplo, el Cannabidiol (CBD), un componente sin efectos psicoactivos de la planta del cannabis. Sus efectos antiinflamatorios podrían prevenir una inflamación en los pulmones o en el tracto digestivo.
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